Para el aniversario de la muerte de Bob Marley, uno de nuestros pulpos escribio un texto para la ocasion, que leimos en el programa N°32.
Se cumplieron ayer 30 años de la muerte de Robert Nesta Marley Broker, a quien nosotros conocimos como Bob Marley. 30 años de una música que nació bajo la tristeza absoluta de los sin nada, que nos enseñaron que tienen todo: Su alegría. Porque eso es lo que el colonizador, el esclavista, el opresor, nunca entendió: Que por mas que nos amordacen, nos torturen, nos hagan laburar como perros y nos saquen todo lo que tenemos, hay algo que nunca nos van a poder sacar: Nuestra alegría.
La alegría de vivir en un mundo tan rico de sensaciones y emociones, de un mundo tan lleno de naturaleza que nos desborda, tanto tanto, que nos da de comer.
Bob Marley puso letra a todo esto. Le enseño al esclavo a resignificar su espacio, ese dentro de uno al que ni el más astuto de los opresores podrá entrar nunca. Pero no se quedo ahí. Enseño a que cada uno proclame sus derechos de libertad, de educación y de una vida digna en paz.
30 años en los que Bob, lejos de morir, sigue naciendo en cada banda de reggae que se despierta en los suburbios, en cada parte del planeta.
No dejemos que los que nos gobiernan, no dominan, nos venden, nos usan y nos tiran hagan de este mito un negocio. La cara de Bob Marley en una remera no es nada mas que eso: su cara en una remera. Es lo mismo que la cara del Che Guevara, Martín Luther King o Mahatma Gandhi. Una marca. Llevemos el legado al ponernos esa remera, no como una tromba de historia para aburrir y dormirnos, no como una cara bonita o un símbolo de pertenencia, sino como un par de alas para volar donde querramos.
Porque, como dice Redemtion Song…“Emancípate de tu esclavitud mental, nadie excepto nosotros mismos puede liberar nuestras mentes”
POR NICOLAS SCHOTTENHEIM
No hay comentarios:
Publicar un comentario